¿qué encontrar por aquí?
yo te/soy cuento
Cada estación es una lección magistral de cómo los colores pueden dialogar entre sí. En otoño les toca el turno (especialmente) a naranjas, ocres, amarillos, verdes apagados y rojos intensos; resurgen y conviven en equilibrio. En las páginas de un buen álbum ilustrado pasa exactamente lo mismo. La ciencia del color nos recuerda que no existen tonos aislados: todo depende de la combinación, del contraste y de la luz que los envuelve.
¿Una casa como protagonista de un cuento? Pues sí. Esta casa siente, se emociona y hasta se deprime cuando la ciudad la engulle entre ruidos y humo. Pero ojo, no es un álbum triste: es una historia luminosa sobre raíces, memoria y la magia de volver al lugar donde uno realmente pertenece. Te invito a conocerlo.
Descubre cómo las palabras pueden crecer contigo: juegos, lecturas y trucos sencillos para ampliar vocabulario en casa, en el aula o en la biblioteca.
Los recuerdos se mezclan: hay olor a goma de borrar, a libros nuevos, a patio mojado por la lluvia de septiembre, a madrugones, a rutina de deberes, a risas de recreo… hay un poco de todo. Parece que la vuelta al cole se vive, o se quiere vivir, como una nueva aventura escolar y en efecto así es, ya que un nuevo curso es un reto continuo para todos nuestros sentidos. Sin embargo también recuerdo que los anuncios de vuelta al cole no me transmitían ese mensaje divertido de un nuevo curso. ¿Dónde están las aventuras? ¿No se supone que las aventuras se viven en los bosques, en los barcos, en los cuentos? ¿No son cosas que pasan fuera del cole?
Los incendios provocados no son solo una noticia de verano, son una herida abierta en nuestra tierra. Pero ¿cómo hablar de esto con los niños? ¿Cómo abrir la mente sin cerrar el corazón? El fuego por sí mismo no es algo negativo, ni podemos condenarlo por su propia naturaleza. Lo bueno de todo esto es que la infancia tiene una mirada limpia, no está contaminada por la resignación ni por el cinismo. Tampoco entienden de intereses generados, que poco importan porque aquí solo hay una cosa clara. Una niña, un niño, pueden razonar y “comprender” la situación que nos rodea si les contamos la verdad.
En verano la lectura queda suspendida en el aire: en todas partes y, si no se toma consciencia, en ninguna. El verano es un limbo porque parece que las obligaciones quedan relajadas a partir de septiembre, pero ¿la lectura es una de esas obligaciones?